La primavera del
treinta y dos
Trajo ambiente de
desventura
Y el domingo de ramos
pasó
Sombrío sin alegría
ninguna.
Pero el jueves santo
llegó
Intentando cambiar el
ambiente
La Estrella quiso
hacer su estación
Acompañada de mucha
gente.
Pero algo tuvo que
suceder
No pudieron hacerlo
en calma
Alguien que no tenía
nada que ver
A la imagen de
repente atentaba.
Sucedió en la
Catedral
Allí dos disparos
sonaron
Que no llegaron a
rozar
Esa imagen de
milagro.
Sevilla demostró su
sentir
Acompañándola a su
templo
Pretendiendo con Ella
vivir
Un multitudinario
regreso.
Pasados veinticinco
años de eso
Sevilla entera quiso
homenajearle
Dejando lo sucedido
en un recuerdo
Que con el tiempo
quedó en el aire.
Desde finales de los
cincuenta
Para Sevilla, un
símbolo eres
¡Qué importa que seas
trianera
Si todos te conocen
como “La Valiente”.
Terminaban los años
cincuenta
El agua torrencial
cubría la ciudad
En las calles había
un rumor popular
Diciendo “si sale
alguna, La Estrella será”.
Aquel martes santo,
diluviaba
Pero puso su paso en
la calle
Con ello, tan solo
demostraba
Aquel nombre que
quisieron darle.
Es un símbolo que
honra
A una cofradía
centenaria
Para muchos eres tal
vez
Lucero, guía y
esperanza.
Tengo la suerte de ser
Sencillamente uno de
ellos
Por eso, muy dentro
te llevaré
Madre y Señora de los
trianeros.
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