Sábado veintisiete de
agosto
Una serena mañana
despierta
Sin saber, muy bien
del todo
Lo que pasaría en
esta fecha.
Sábado veintisiete de
agosto
Una serena mañana
despierta
Queriendo ser una
tarde de gozo
Que hiciera esta vez
corta mi espera.
Queriendo esta tarde
de verano
Que fuera una
entrañable fecha
Se encaminaran de
nuevo hacia tu puerta.
Como siempre suelo
hacer
Sin dudarlo entré
solo por verte
Contemplando tu dulce
mirada recé
Porque quiso
acompañarme la suerte.
Como siempre suelo
hacer
Un “Dios te salve” te
vuelvo a dejar
Sintiendo como
aquella primera vez
Que tú mi Esperanza,
me das la paz.
De aquella bonita
primera vez
Ha pasado ya bastante
tiempo
Pero el corazón
vuelve a enmudecer
Cada vez que entra en
tu templo.
Volvió a repetirse la
ocasión
Acercándome por un
instante
Dejándole mi sentida
oración
Muy cerca ayer volví
a sentarme.
Quise dejarle un
“Padrenuestro”
Aunque decirlo no
hace falta
Pero fue un momento
muy bello
Sintiendo que él,
siempre me acompaña.
Fue un lujo rezar así
Sin tener apenas
bullicio
Lo más necesario
volví a pedir
A mi Esperanza y a mi
Cristo.
Fue un lujo rezar así
Sin tener apenas
bullicio
Lo más necesario
volví a pedir
Como siempre, por los
míos.
Visitar tu capilla en
Pureza
Es pensar en esa
mágica Copla
En mi despedida el
corazón la lleva
Hasta que vuelva a
ser ese día y hora.
Anoche mi promesa
dejé
Puedo decir, con más
motivo
Ignoro cuanto tardaré
en volver
Ojalá y pueda estar
“a solas contigo”.