Se conocieron una
noche de verano
En el mágico barrio
de Triana
Su punto de
encuentro, el Altozano
Con motivo de la velá de Santa Ana.
Era una noche
radiante
El corazón soñaba en
silencio
Pero...tras un breve
instante
Se prendó de sus ojos
negros.
Me gusta tu serena
mirada
Y los rizos de tu
largo pelo
Ella, no pudo decir
nada
Tras aquel piropo tan
bello.
No estoy
acostumbrada, dijo
Sencillamente a
recibir piropos
Pero...siempre es un
halago recibirlos
Y él contestó, he
sentido que no era un antojo.
¿Damos un paseo por
el barrio?
La noche invita a
soñar
Y olvidando la rutina
de diario
Disfrutaron de una
inolvidable velá.
Brindaron por su
amistad
Con una copa de
manzanilla
Contemplando su bella
ciudad
Como testigo, la
blanca luna brilla.
Brindaron por su
amistad
Mientras, el corazón
solo pedía
No volver a vivir
tanta soledad
Rogando así, un poco
de compañía.
Quisiera no dejar de
verte
Le dijo él junto al
río
Y ella, murmuró
tímidamente
Quisiera que
estuvieras conmigo.
¡Si lo deseas así
sucederá!
Respondió él, al
nacer el alba
Contemplando como su
negro mirar
De alegría sin querer
se llenaba.
Seremos el uno para
el otro
Ternura, dulzura y
pasión
Porque el corazón se
llena de gozo
Cuando nace el
verdadero amor.
Seremos el uno para
el otro
Porque así lo quiso
el destino
Ilusionados juntaron
sus manos
Prometiendo entregar
ilusión y cariño
Besó sus labios en
silencio
Para sellar su bonita
promesa
Ella, correspondió
sin quererlo
Porque se sentía
feliz a su vera.
Al llegar el verano
Ellos siempre
celebraban
Ese bonito y mágico
aniversario
Disfrutando de una velá romántica.
Una romántica velá
Los unió para toda la
vida
Dejando atrás su
amarga soledad
Y la tristeza de una
despedida.
Una romántica velá
Testigo de sueños y
secretos
Porque el pensamiento
guardará
Aquel primer y mágico
encuentro.