Quisiera contarte
brevemente
Una hermosa vivencia
Quince días faltan exactamente
Para que haga un mes
que sucediera.
Era una tarde de
miércoles
Estaba descansando en
mi alcoba
Y el corazón tuvo la
suerte
De “soñar despierto”
a esa hora.
Sintonicé la radio
por un momento
Escuchando siempre en
silencio
Y un hermoso y
profundo sentimiento
Me hizo suspirar sin
quererlo.
Hablaban aquella
tarde calurosa
De una hermosa y
antigua tradición
“El traslado al
pueblo, de la Pastora
Entre el gran gentío
y la emoción”.
Aquel suspiro se
llevó el viento
Diciendo tan solo
¡quién pudiera!
Después de escuchar
en silencio
El momento de saltar
la reja.
Aquel suspiro se
llevó el viento
Diciendo tan solo
¡quién pudiera!
Ser un corazón
almonteño
Para estar siempre a
tu vera.
Aquella tarde sentí
escalofríos
Pensando ¡si pudiera
estar allí!
Pero hasta hoy no he
tenido motivos
Que sobre ello, me
hicieran escribir.
¡Y tú dirás!
¿Qué motivos son
esos?
Te diré que basta
escuchar
Ese bello poema
rociero.
La radiante y serena
mañana
Otra vez me trajo el
recuerdo
Y mientras el sol se
ocultaba
Pude disfrutar de
aquel momento.
“La marisma vuelve a
soñar”
Una vez más me habló
de Ella
Y ese tema rociero
volvió a sonar
Nombrando esa larga
espera.
Al escuchar tu voz
pensé
Tengo que contárselo
en primicia
Se despertó muy
dentro de mí ser
Esa sensación que
nunca se olvida.