Le conocía de vista
Del grupo de
campanilleros
A veces, me gustaba
oír el espacio
Que tenía en la
emisora del pueblo.
Fue un veinticuatro
de septiembre
Una de esas pocas
ocasiones
Cuando al escucharle
aquella tarde
Decidí enviarle todas
mis composiciones.
Después de enviar
aquella carta
Pasó un largo tiempo
Y sin esperarlo una
mañana
Recibí una llamada de
teléfono.
Veintiocho de
noviembre
Una tarde que nunca
olvidaré
Porque a través de
aquella emisora
Mis poemas daba a
conocer.
Desde aquel momento
Recibe todos mis
versos
Porque siempre hay
para él
Un hueco en mi
pensamiento.
En esta tarde otoñal
Quiero dedicarle este
poema
Por ofrecerme desde
aquel día
Una amistad buena y
sincera.
Aquella maravillosa
experiencia
Con estos versos
quisiera agradecer
A esa persona que
tanto aprecio
Y que tiene por nombre
José.
José es
un amigo de mi pueblo, la primera persona que me invitó a entrar en un estudio
radiofónico.
AMISTAD cuenta vivencias personales que he
podido vivir con mis amig@s.
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