Aquella radiante
mañana
Sonaron cohetes en el
cielo
Mientras la hermandad
se marchaba
Por vez primera entré
en tu templo.
Despacio me dirigí a
tu altar
Para contemplar tu
mirada
Pero...a mi corazón
al rezar
Un pequeño suspiro se
le escapaba.
Me parecía mentira
Ofrecerte mi humilde
oración
Porque siendo apenas
una niña
Me hablaron de tu
venerada procesión.
Cuatro menos cuarto
de la tarde
Viernes Santo en el
Patrocinio
Tus costaleros van a
llevarte
Hasta el arco del
Postigo.
Cuenta la leyenda
Que tienes nombre
gitano
Tu barrio te aclamaba
esa primera
Al hacer tu parada en
el Altozano.
Te pido salud y
esperanza
Sencillamente con una
vela
Mientras dentro de
mis entrañas
El sentimiento un
deseo te deja.
Volver únicamente
quisiera
Pienso contemplando
tu cara gitana
Dejándote así, mi
humilde promesa
Dueño y Señor de
Triana.
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