Sábado veintisiete de
noviembre
Amanece una mañana radiante
Sin darme cuenta, como siempre
Hace que me acuerde de ti un instante.
Amanece una mañana radiante
Sin darme cuenta, como siempre
Hace que me acuerde de ti un instante.
Decido pasar el día en
Córdoba
Me gusta visitarla de vez en cuando
En cualquier época es hermosa
Amarla, el corazón no puede evitarlo.
Me gusta visitarla de vez en cuando
En cualquier época es hermosa
Amarla, el corazón no puede evitarlo.
Eran casi las cuatro de
la tarde
Cuando de pronto, yegua
a “las Tendillas”
Y aquella guitarra por
soleares
Me dijo, “falta la voz
entrañable de Andalucía”.
Escuché sencillamente dos
veces
Ese breve y bonito toque
flamenco
Pero.... hoy la ocasión
merece
Que quiera contártelo en
verso.
De aquel mágico paseo
Pasó más de una semana
Pero...no pudo ocultar
el deseo
Tras escuchar sus dulces
campanas.
En verdad, es un lujo y
placer
Pararse a contemplar “la
Giralda”
A mí, me resulta muy
grato Manuel
Tararear tus letras al
contemplarla.
Vinieron a la memoria
como siempre
“Sevilla única” y
“Recuerdo de niño”
Me gusta acordarme de
ti, especialmente
Cuando lo digo, lo hago
con cariño.
Córdoba y Sevilla suelen
tener
Algo que en el alma se
queda grabado
Su belleza y una
coplilla pueden ser
1 comentario:
Este poema está dedicado a Córdoba y Sevilla
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