Aquella
mañana de verano
Recibió
una mala noticia
Y al
coger el sobre entre sus manos
Sintió
que nunca le perdería.
Aquella
mañana de verano
El correo
le devolvió una carta
Sus ojos
se llenaron de tristeza
Pensar
en todo lo que de él guardaba.
De él,
guardaba muy dentro
Una valiosa
amistad verdadera
Sus bonitos
ánimos y consejos
Que tanto
le sirvieron en aquella época.
Se conocieron
un día otoñal
En el
pueblo donde ella vivía
Él, vio
que su apoyo lo podía brindar
Aunque
nada que ver con ella tenía.
Por suerte,
un año más tarde
Sería
para ella, un buen tutor
Entonces
a conocer quiso darle
Su breve
pero bonita pasión.
Quiso
compartir con él
Un buen
día sus versos
Él, sería
para ella un lector fiel
Hasta
que lo quisiera el tiempo.
Ocho
años ha durado su amistad
Sencillamente
son cosas del destino
Ella,
hoy quisiera con sinceridad
Desear
lo mejor para su amigo.
Sin ninguna
queja ni enfado
Es difícil
poner una despedida
De corazón,
escribió como antaño
Su amiga,
que nunca le olvida.
A una
persona muy especial
Sencillamente,
él es así
Estos
versos le quiere dedicar
Aunque
es difícil los pueda recibir.
Una persona
muy especial
Eso es,
lo que él es para ella
Hoy podría
decir para terminar
¡Viva
la gente sencilla y buena!.
Una persona
muy especial
Eso es,
lo que él es para ella
El cariño
siempre perdurará
Para
mantener esa imborrable huella.
Esa imborrable
huella
Ocho
años de ilusiones e inquietudes
Mediante
una posdata sincera
Diría
¡qué difícil perder la costumbre!
Será
difícil perder la costumbre
Pero
su nombre guardará el recuerdo
Una persona
maravillosa y dulce
Que llevará
siempre en su pensamiento.
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