De vida tiene ya un
largo siglo
Refugiada en un antiguo
convento
Que llevaba por
nombre San Francisco
Fue fundada por
pescadores y marineros.
Cuentan que con
devoción
Fue conocida en aquel
barrio
Siendo la virgen del
Mayor Dolor
Procesándole así, un
gran arraigo.
Era Ntra. Sra. del
Mayor Dolor
Venerada desde el
siglo diecisiete
Cuya belleza siempre
se conservó
Como muestran esos
antiguos papeles.
Era conocida en toda
la ciudad
Hasta que llegó la
guerra civil
Donde todo perdió la
hermandad
Que de nuevo tuvo que
volver a vivir.
Tuvo que volver a
vivir
Con solo una
fotografía
Imagen para sustituir
así
A esa Madre tan
querida.
Tuvo que dejar su
templo
A principio de los
sesenta
Y no conforme con
todo eso
La catedral a finales
de los setenta.
Entonces corrían
malos tiempos
Pero podían más la
devoción y cariño
Decidiendo levantar
un pequeño templo
En el barrio donde la
cofradía había nacido.
Entonces corrían
malos tiempos
Pero podían más la
devoción y cariño
Decidiendo levantar
un pequeño templo
Para no abandonar
nunca San Francisco.
La cofradía vuelve a
renacer
Aunque no se cabe en
el templo
Y los años noventa
traen otra vez
Otro hogar con un
nombre nuevo.
Nuestra Sra. De la
Esperanza
Así pusieron a su
nuevo hogar
Recuperando otra vez
la confianza
Que con su sonrisa
Ella siempre les da.
A principio de los años
noventa
Cumplen así un largo
siglo de vida
La hermandad
ilusionada lo celebra
Porque en la ciudad
es muy querida.
A petición de la
ciudad, Huelva
Pide para Ella,
medalla de oro
Que su Madre
Esperanza guardará
Como su más preciado
y valioso tesoro.
Se acabaron los años
noventa
Con una anhelada y
breve petición
Donde Huelva espera
que su Reina
Haga realidad su
sueño de coronación.
Llegó el año dos mil
Después de todo lo
vivido
Reciben emocionados
por fin
Que su sueño y deseo
está cumplido.
Desde entonces a su
Madre la llaman
Nuestra Sra. de la
Esperanza coronada
Y el miércoles santo
cuando procesiona
En Huelva, por todo
el pueblo es aclamada.
Mi corazón guardaba
una promesa
Desde hace cinco
largos veranos
Hoy veo que la
ocasión se presenta
Porque así lo quiso
un joven ilusionado.
Me lo pidió con su
dulce mirada
Contándome que de
Ella es costalero
Como siempre suelo
dar mi palabra
Es para él, este
homenaje sincero.
Este homenaje sincero
Solo por hablarme de
Ella
Ignoro si es un poco
extenso
Pero aquel día
mereció la pena.
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