EL RINCÓN DEL VERSO


CANAL DE YOUTUBE DE LA DAMA DE LAS SEVILLANAS

LAS ROSAS

Florecen cada año
Con la nueva primavera
Alegrando nuestras calles
Desde cualquier balcón o reja.

Rosa, amarillo y grana
Son sus bellos colores
Siendo reina del amor
Entre todas las flores.

Rosa, amarillo y grana
Es junto al clavel
Entre todas, la más bella
Dejando su fresco aroma
En la noche clara y serena.

Se distingue de las demás
Por sus famosas espinas
Siendo la dueña del jardín
Entre lirios y clavellinas.

Pueden ser también blancas
Como la cal y la espuma
Por eso, cuando llega abril
De ellas, tiene envidia la luna.


Es la flor de la pasión y la ternura
En primavera cuando empieza a florecer
Y en otoño se marchita en el rosal
Como en una maceta muere el clavel.



ALMAS SIN MIEDO

Por motivos personales
Mi niñez me llevó hasta ella
Cuántas veces tuve que ausentarme
Dejando así mi bella tierra.

Al principio se me hacía extraño
Porque no la conocía
De punta a punta había viajado
Visitando sus rincones cuando iba.

Después de la visita obligada
Venía la visita cultural
Regresando siempre a esa plaza
Punto de encuentro singular.

De Cataluña Plaza
Con sus numerosas palomas
Obligada visita a las ramblas
Que siempre me llevaba a su patrona.

Virgen de la Merced
Porque su nombre llevo
Rezarle era tal vez
Señal de agradecimiento.

La puerta del Ángel
Paseo de Gracia
Ella empezó a gustarme
Aunque fuera breve mi visita.

Ayer me llené de tristeza
Al oír lo sucedido
La gente no tiene delicadeza
En el mundo en que vivimos.

Me pregunto cuándo
La gente dejará de matar
Viviendo en calma sin llanto
Cuándo llegará la paz.

Esa paz tan esperada
Sin obsesiones
Con la cabeza muy alta
Sin miedo a las religiones.

Que las acciones
No sean solo palabras
Un mundo sin reproches
Donde el miedo no inunde el alma.

LA CAPILLA

Quisiera compartir contigo
Un pequeño y bello detalle
Que una amiga tuvo conmigo
Sencillamente, para felicitarme.

Quiso esta amiga felicitarme
Por el día de mi santo
Entregándome más tarde
Ese pequeño y bello regalo.

Me entregó una bonita capilla
Envuelta en un papel blanco
Me encantó solo al abrirla
Con su intenso color dorado.

Me encantó solo al abrirla
Gratamente me sorprendió
Encontré a la Pastora Divina
Madre y dueña de mi corazón.

Francamente puedo decir
Vivo una larga espera
Aunque la llevo dentro de mí
Hace dos años que no voy a verla.

Se ha escapado una lágrima
Tras escribir estos versos
Porque aún en la distancia
Mi corazón se siente rociero.

Quisiera ir a verla

Con la sencilla promesa de volver.

Una sencilla y humilde promesa
Porque volver es mi único deseo
Quisiera regresar otra vez a la aldea
Solo para decirle que la quiero.

Una copla rociera
Siempre llevaré en los labios
Gracias a esa capilla tan bella
Para rezarle y seguir soñando.


 

LA DESPEDIDA

Aquella mañana de cielo gris
Despertó pensando en su regreso
Pero soñaba volver a sentir
Una vez más, sus cálidos besos.

Había pasado junto a ella
Unos días inolvidables
Lamentaba tener que perderla
Pero tenía que marcharse.

Con lágrimas en la mirada
Despacio buscó pluma y papel
Escribió una sencilla carta
Dejándole la hora del tren.

Tenía preparado su equipaje
Esperaba pensativo y en silencio
Volvió a leer su bello mensaje
Sintiendo que la seguía queriendo.

¿Qué puedo hacer?, se preguntaba
Mientras poco a poco pasaba el tiempo
Y sin querer, todavía se lamentaba
Por tener que marcharse tan lejos.

Pensó en dejarle un regalo
Para que no sintiera su ausencia
Algo que pudiera conservarlo
Como si él estuviese cerca.

Sabía que lo que más le gustaba
Desde que era niña eran las flores
Y aunque veía que se marchitaban
Aquel día, quiso comprar las mejores.

Un gran y bello ramo de rosas
Rojas, como ella las prefería
Como esos labios que a solas
Había besado con la luz del día.

Volvió a escribir de nuevo
Brevemente un mensaje
Entretanto su pensamiento
Añoraba verla un instante.

Aquel sereno atardecer
Vio cumplido su deseo
Cuando volvió otra vez
A ser su único dueño.

He recibido tu mensaje
Le dijo ella con dulzura
Y un beso quiso robarle
Bajo la clara luz de la luna.

¡Qué bellas son las rosas
Aunque se pierdan con el tiempo
Pero esas noches maravillosas
Siempre quedarán en el recuerdo.

Nunca podré olvidarte
Dijeron sus bellos ojos negros
Él, no pudo evitar emocionarse
Mientras el tren avisaba de nuevo.

Tengo que subir mi amor
Llegó la hora de despedirse
Entre su pecho fuerte la abrazó
Diciendo, de tu vera no quisiera irme.

Te quiero, vida mía
Gritó al decirle adiós
Y ella, desde el andén repetía
Escríbeme pronto mi amor.

Volvió a leer aquel mensaje
Sintiendo que le llevaba muy dentro
Que aunque el tiempo los separase
Él, siempre sería su único dueño.

Durante su largo viaje
Solo tuvo un pensamiento
Quería llegar cuanto antes
A su pequeño y bello pueblo.

Otra vez en su hogar
Volvió a la rutina de siempre
Viviendo su triste soledad
Con sus recuerdos más recientes.

Tengo que hacerla mi esposa
Murmuró al llegar a su lecho
No quiero perderla suspiró a solas
Y se durmió diciendo te quiero.

Con su nombre en los labios
Despertaba cada nueva mañana
Murmurando siempre muy despacio

Tu presencia me hace falta.

JUNTO AL MAR

Paseando por la playa

Nos cogimos de la mano
Y al llegar a la orilla
En silencio nos abrazamos.

Al anochecer vimos morir el sol

Mientras la luna nos alumbraba
Con su blanco resplandor.

¡Qué hermoso fue!

Caminar junto al mar
Mientras miraba tus ojos

Un te quiero pude escuchar.

SEVILLA SE VISTE DE FIESTA

Sábado quince de agosto
Un sereno amanecer comienza
El corazón se llena de gozo
Tras vivir un año de espera.

En esta mañana radiante
La Giralda se impacienta
Quiere de nuevo contemplarte
Y ser como siempre tu compañera.

Echará sus campanas al viento
Para saludarte con gran alegría
Cuando salgas de tu templo
Con las primeras claras del día.

Sevilla se viste de fiesta
Anhelando ese momento
La virgen está en la puerta
Para encontrarse con su pueblo.

Breve será tu recorrido
Pero muchos los corazones
Que sueñan estar contigo
En este día lleno de emociones.

Quieren pedirte tres deseos
Como suele ser la costumbre
Mirando tus ojos serenos
Y tu sonrisa tierna y dulce.

La brisa ha dejado en el cielo
Aromas de nardos y claveles
Mientras se recoge en silencio
La hermosa virgen de los Reyes.


Fuente: http://andaluciainformacion.es/media/176550/460/276/la-virgen-de-los-reyes-sale-maana-en-rosario-por-el-ao-de-la-fe.jpg


 Fuente: http://www.hermandades-archisevilla.org/noticias-2010/2010-08-15_Virgen_de_los_Reyes/006.jpg


ESCALOFRIOS


Quisiera contarte brevemente
Una hermosa vivencia
Quince días faltan exactamente
Para que haga un mes que sucediera.

Era una tarde de miércoles
Estaba descansando en mi alcoba
Y el corazón tuvo la suerte
De “soñar despierto” a esa hora.

Sintonicé la radio por un momento
Escuchando siempre en silencio
Y un hermoso y profundo sentimiento
Me hizo suspirar sin quererlo.

Hablaban aquella tarde calurosa
De una hermosa y antigua tradición
“El traslado al pueblo, de la Pastora
Entre el gran gentío y la emoción”.

Aquel suspiro se llevó el viento
Diciendo tan solo ¡quién pudiera!
Después de escuchar en silencio
El momento de saltar la reja.

Aquel suspiro se llevó el viento
Diciendo tan solo ¡quién pudiera!
Ser un corazón almonteño
Para estar siempre a tu vera.

Aquella tarde sentí escalofríos
Pensando ¡si pudiera estar allí!
Pero hasta hoy no he tenido motivos
Que sobre ello, me hicieran escribir.

¡Y tú dirás!
¿Qué motivos son esos?
Te diré que basta escuchar
Ese bello poema rociero.

La radiante y serena mañana
Otra vez me trajo el recuerdo
Y mientras el sol se ocultaba
Pude disfrutar de aquel momento.

“La marisma vuelve a soñar”
Una vez más me habló de Ella
Y ese tema rociero volvió a sonar
Nombrando esa larga espera.

Al escuchar tu voz pensé
Tengo que contárselo en primicia
Se despertó muy dentro de mí ser
Esa sensación que nunca se olvida.


POR TESTIGO LA LUNA CLARA

Aquella noche de agosto
Decidió pasear por la playa
Sentía que estaba muy solo
Y algo de compañía necesitaba.

Sentía que la echaba de menos
No tuvo noticias durante el día
Pero entonces, su corazón sereno
Sintió que debía llenarse de alegría.

Sabía que aquella noche
Sería para él muy especial
Debería de poner el último broche
Porque quedaba poco para regresar.

Quedaban apenas cinco días
Para volver a vivir el regreso
Aquella noche en la playa sabía
Que viviría un instante festero.

Aquella noche en la playa
San Lorenzo se celebraba
Y mirando la luna clara
Él, sencillamente soñaba.

Soñaba con verla de nuevo
Antes de vivir la despedida
Su corazón se estremeció sin quererlo
Cuando sintió una suave caricia.

Serenamente la luna contemplaba
Cuando unas manos taparon su semblante
¡No puede ser un sueño!, murmuraba
Y no pudo más que emocionarse.

Se emocionó sin darse cuenta
Que alguien observaba sus gestos
Anhelando tan solo que fuera ella
Sintió un breve pero cálido beso.

Aquel beso en la mejilla
Le hizo estremecer de nuevo
Cuando su amor le sorprendía
Tan solo rozando su pelo.

¡Pensaba qué no vendrías!
Murmuró muy sorprendido
Su silencio se volvió sonrisa
Tras comprobar lo sucedido.

Perdóname, por no haber avisado
Tímidamente ella se disculpó
Ven y siéntate a mi lado
Disfrutemos de esta noche los dos.

Presentía que llegaba tarde
Y temía no estuvieras hoy aquí
Ella volvió de nuevo a disculparse
Mientras él respondía gracias por venir.

Cogidos una vez más de la mano
Vieron como el cielo se iluminaba
Aquella hermosa noche de verano
Como testigo, la luna clara sobre el agua.

Sabían que de madrugada
Había lluvia de estrellas
Que aquella noche, en la playa
Les dejaría una bonita huella

Contemplaron lo que llaman
Lágrimas de San Lorenzo
Estrellas fugaces que guardan
Grandes y numerosos deseos.

Pidieron aquella noche
Tan solo un mutuo deseo
Querían vivir sin reproches
Su breve pero amor verdadero.

Pidieron aquella noche
Tan solo un mutuo deseo
Cuando una ola dibujó sus nombres
Sus ojos en silencio dijeron te quiero.

Aquel te quiero llevaba
Una misma ilusión
Que la playa guardaba
Porque así, lo quiso el corazón

Ser un solo pensamiento
En silencio la playa guardaba
Para tener el mismo sentimiento
A pesar de la larga distancia.

Ser un solo pensamiento
En silencio la playa guardaba
Siendo testigo mudo de sus secretos

La luna clara sobre el agua.

ENTRE LA COPLA Y LA LEYENDA

Guardo desde hace algún tiempo
Un par de hermosas vivencias
Deseaba encontrar ese momento
Que contártelo me permitiera.

Aquel trece de septiembre
La mañana me hizo escribir
La tarde, inesperadamente
Quiso que me acordara de ti.

Vino tu nombre al pensamiento
Tras recibir un pequeño regalo
Y como de costumbre el sentimiento
Una bella letra puso en mis labios.

Recibí una pequeña estampa
Con el Cristo de los Gitanos
Una breve dedicatoria la acompaña
Desde entonces, la tengo a mi lado.

Al entregármela mi amiga comentó
Este es el Señor de San Román
Después mi voz serena le contestó
Tengo una copla que nombra esa madrugá.

Cinco días más tarde
Lo visité por un instante
En su basílica por un instante
A Jesús del Gran Poder.

En su templo entré despacio
Sin apenas mediar palabra
Después de contemplar su manto
Me encontré de pronto con su mirada.

Me detuve por un segundo
A contemplar sus ojos serenos
Mientras se escapaba un suspiro profundo
Tras un sencillo y breve Padre Nuestro.

Me fui alejando lentamente
Con emoción en el semblante
Con la promesa de volver nuevamente
Para vivir ese imborrable instante.

Me fui alejando lentamente
Con emoción en el semblante
Con la promesa de volver nuevamente
Nazareno, sencillamente a rezarte.

Me fui alejando lentamente
Mientras en silencio pensaba
Ese momento francamente
Lo llevaré muy dentro del alma.

El Cristo de San Román
Me suena a copla en primavera
El Gran Poder en su bella madrugá

Sencillamente, es oración y leyenda.