Anochecer
en Sevilla
Brillan
estrellas en el cielo
Mientras
suena una coplilla
Añorando
caminos y senderos.
Me
encuentro en un lugar
Con
una gran tradición
Cobijo
para una hermandad
Que
espera mayo con emoción.
Le
rezo a la Pastora Divina
Como
siempre en silencio
Mientras
el corazón suspira
Soñando
con verla de nuevo.
Al
escuchar ese sonido
Me
viene a la memoria
Junto
a la candela mil historias
Y
esa madrugá llena de gentío.
Al
escuchar ese sonido
El
corazón se llenó de alegría
Sintiendo
por un momento escalofríos
Contemplando
su dulce sonrisa.
Me
despido de Ella
Saliendo
despacio del templo
Mientras
la noche serena
Despierta
poco a poco mis sentimientos.
Una
vez en la calle
Con
él, de nuevo me encuentro
Y
por un momento al contemplarle
Pienso
“sigue tocando tamborilero”.
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