UN ADIOS PARA UN ROMERO

Era un día normal
Con su luz radiante
Pero nunca pude pensar
Que la tristeza iba a visitarme.

Ennudeció el alma
Con un solo pensamiento
Aunque no hubo lágrimas
Una copla me trajo el recuerdo.

Amapola dije despacio
Pensaba en ésa bonita voz.
Me ha encantado escucharlo.
Hoy me envolvió la emoción.

Se marchó para dibujar marisma.
Llevándose el nombre de un pueblo
Y de un grupo con el que triunfaría.
Nos quedan sus melodías y versos.

No sé qué más puedo decir.
Hoy se detuvo el tiempo
Juan mí humilde Tributo es para ti.
Rociero y siempre Romero.
ROMEROS siempre ROMEROS



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