Once
de febrero
Un
día radiante amanece
Mis
pasos me llevan a tu templo
Donde
el corazón enmudece.
Enmudece
por diversos motivos
Que
quedaron en el recuerdo
Un
instante muy breve para estar contigo
Porque
desde entonces segura me siento.
Hoy
solo recordaba
El
pasado domingo de ramos
Cuando
a tu barrio llegaba
Viviendo
un momento soñado.
Pretendía
saber si podría verte
Porque
había un gran gentío
No
pude solo sorprenderme
Al
oír las palabras que alguien me dijo.
No
me dejo abrir la boca
Tomando
mí brazo despacio
Aquel
día no se borra
Por
mucho que pasen los años.
Va a
verlo muy cerca
Me
dijo aquel hermano
En
volandas me llevo a tu vera
Algo
que nunca hubiera imaginado.
Casi
un año después
Vuelvo
a rezar de nuevo
Sintiendo
que solo puedo agradecer
Todo
lo vivido en San Lorenzo.
Mi
promesa siempre es volver
Aunque
solo sea para rezar
Un
padrenuestro dejare
Humildemente
frente a tu altar.
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