UNA SENCILLA Y HUMILDE ORACIÓN

Cae la tarde en Sevilla
Despacio se oscurece el cielo
Mientras el corazón vivía
Otra vez un bello momento.

Hoy, he vuelto a contemplar
Esos ojos llenos de tristeza
Hoy, he vuelto de nuevo a rezar
Sin palabras, como por vez primera.

Una sencilla y humilde oración
Para darte gracias, sinceramente
Por oír los deseos de este corazón
Que a tu vera, quisiera estar siempre.

Una sencilla y humilde oración
Para pedirte salud y esperanza
Tan solo mucha alegría e ilusión
Para seguir adelante con calma.

En mi breve despedida
Quise dejarte una vela
Pero como son cosas de la vida
Te ofrecí una breve promesa.

Fue mi breve promesa
Volver a ver tu rostro moreno
Volver a rezarte cuando pueda

Porque te quiero, Nazareno.


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LAS ROSAS

Florecen cada año
Con la nueva primavera
Alegrando nuestras calles
Desde cualquier balcón o reja.

Rosa, amarillo y grana
Son sus bellos colores
Siendo reina del amor
Entre todas las flores.

Rosa, amarillo y grana
Es junto al clavel
Entre todas, la más bella
Dejando su fresco aroma
En la noche clara y serena.

Se distingue de las demás
Por sus famosas espinas
Siendo la dueña del jardín
Entre lirios y clavellinas.

Pueden ser también blancas
Como la cal y la espuma
Por eso, cuando llega abril
De ellas, tiene envidia la luna.


Es la flor de la pasión y la ternura
En primavera cuando empieza a florecer
Y en otoño se marchita en el rosal
Como en una maceta muere el clavel.